En el marco del estudio de Economía Subterránea correspondiente al año 2023, PRODesarrollo realizó una encuesta representativa a 500 personas del área metropolitana de Asunción (AMA) con el fin de entender los hábitos de consumo del comprador de productos informales o productos de contrabando.
El contrabando más allá de los niveles de ingresos
La encuesta fue realizada a personas de diferentes localidades del Área Metropolitana de Asunción (AMA). La muestra estuvo compuesta por hombres y mujeres de entre 18 y 69 años, con diferentes niveles de ingreso y que realizaban las compras del hogar regularmente.
Los resultados de la encuesta señalan que el 87% de los encuestados mencionó que el principal lugar de compra es el supermercado. Sin embargo, una de cada 3 personas también reconoció como un canal de compra habitual los puestos de ventas informales con productos traídos de Clorinda o incluso el realizar viajes a puestos de ventas fronterizos.
Lo notable de la situación señalada en el párrafo previo es que se produce independientemente al nivel de ingresos; es decir, personas que ganan alrededor del salario mínimo o menos y personas que poseen ingresos superiores a 14.000.000 de guaraníes mensuales presentan el mismo patrón de comportamiento en este punto en particular.
Por otro lado, los productos para consumo personal adquiridos en puestos formales del país limítrofe, que forman parte de la lista habilitada, cuyo total no supera el límite de los 300 dólares mensuales y que son traídos por quienes residen hasta 20 kilómetros de la frontera, ingresan bajo el Régimen Vecinal de Trafico Fronterizo (RVF), siempre y cuando sean declarados mediante un despacho simplificado. Si los productos ingresados no cumplen con estos requisitos y condiciones forman parte de lo que denominamos “contrabando”
¿Cuál es el principal motivo de comprar de contrabando?
A los efectos de tener una mayor comprensión sobre este fenómeno, a quienes mencionaron realizar compras de puestos informales con productos traídos de Clorinda o que iban a puestos de ventas fronterizos se les consultó sobre la razón que motivaba la compra. Como era de esperar, en un contexto donde la inflación apremiaba, el 92% señaló como el principal factor al precio menor del otro lado de la frontera.
Con respecto a las percepciones sobre por qué se incrementó el contrabando durante el 2023, la respuesta más común entre las personas de todos los niveles de ingresos fue “por los altos precios internos”.
En cuanto a la otra parte del mercado “los comercios”, a la pregunta sobre las posibles causas de la venta de productos de contrabando dentro de los mismos, la falta de control de las autoridades y el mayor margen de ganancia fueron las respuestas más comunes brindadas por las personas contactadas.
El contrabando no es percibido como una acción negativa
Aproximadamente 31% de las personas contactadas considera que el contrabando les afecta positivamente, para el 37% es indiferente y solo 1 de cada 3 (32%) cree que le afecta negativamente. De esta manera, para la mayor parte de los encuestados el contrabando no tiene una connotación negativa.
De hecho, más del 30% de las personas considera que los precios de los productos de contrabando son más bajos que los ofrecidos en los supermercados y 19% que el contrabando hace que sus ingresos rindan más y puedan llegar a fin de mes.
El hecho de que el contrabando no sea percibido negativamente se verifica también en la respuesta que brindaron las personas contactadas sobre la consulta respecto a si deben implementarse medidas para desalentar el ingreso irregular de mercaderías, ante la que 35% manifestó que no se deberían implementar dichas medidas y 9% de abstuvo de contestar.
Resulta interesante que la proporción de personas que no están de acuerdo con que no se implementen medidas anti-contrabando es mayor en los segmentos de mayores ingresos, superando incluso el 35% en algunos segmentos, mientras que en el de menores ingresos es 30%.
De esta manera, más allá de que los precios de los productos de contrabando son ventajosos para los consumidores, las personas no perciben otros problemas que podrían ser graves, como el caso de la salubridad e inocuidad de los alimentos que requieren buenas prácticas y condiciones especiales, tanto para su traslado como para su almacenamiento y exposición para la venta.
Esto nos lleva a pensar que el contrabando tiene connotaciones culturales: el comprar mercaderías con origen ilícito no es percibido como un problema moral ni se evalúa sus posibles efectos en la salud de las personas.
Políticas que cambien el comportamiento en los consumidores
Si bien ofrece precios menores, el contrabando es un problema de todos, afecta a los consumidores al no garantizar la innocuidad ni la calidad de los productos adquiridos, afecta a las empresas formales al representar una competencia desleal, y afecta al país al limitar la generación de empleos formales y al evadir impuestos cuyas recaudaciones podrían ser asignadas a cuestiones prioritarias como las inversiones sociales (salud, educación) y/o de infraestructura.
Existen varias propuestas sobre cómo combatir el contrabando de manera directa, con proyectos de leyes, campañas de comunicación, aumento de controles. Sin embargo, una forma de erradicarlo es combatiéndolo mediante la concienciación sobre este tipo de actividades ya sea vía campañas o mediante educación. Muchas veces pequeñas acciones pueden generar más cambio en el comportamiento de los agentes que traduzca en un mayor bien común.
¿Cree usted que se deberían implementar medidas para desalentar el ingreso irregular de mercadería? (Respuesta única)