En el 2022 existían 1.749.336 viviendas ocupadas en el país, esto es 651.000 viviendas más que dos décadas atrás, lo que significa un aumento de 43%, de acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda.
De cada 10 viviendas, 9 son de tipo casa o rancho, seguido por pieza de inquilinato que representan 3,9% del total y departamento o piso con 2,5%.
Por otra parte, solo la mitad de las viviendas ocupadas tenían acceso a servicios de recolección de basura, el 79% poseía agua corriente y un 86% poseía desagüe sanitario por red pública, pozo ciego con y sin cámara séptica. Esta situación refleja los desafíos en cuanto al acceso a servicios que permitiría reducir la desigualdad y la pobreza multidimensional, que tenía una incidencia del 17,2% en el 2023, siendo mayor en la zona rural.
La cantidad promedio de ocupantes por vivienda se redujo de 4,7 en el 2012 a 3,5 en el 2022. En ellas, la jefatura del hogar es mayoritariamente de los hombres con 59%, mientras que 41% es de mujeres, proporción que aumentó 15 puntos porcentuales en 10 años, lo que debería ser considerado en las políticas públicas.