En el 2022 de un total de 1.770.755 hogares, el 28,2% tenía al menos una necesidad básica insatisfecha (NBI). Por dimensión 6,4% de los hogares tenía NBI en calidad de vivienda, 10,4% en infraestructura sanitaria, 10,6% en acceso a educación, y 8,3% en capacidad de subsistencia, siendo llamativo que las proporciones de las dos primeras se redujeron a la mitad desde el 2012.
Por distritos, el de menor carencia en calidad de viviendas fue Santa Rosa del Monday, mientras que Puerto Pinasco tuvo la mayor carencia con 24,3% de los hogares afectados. En infraestructura sanitaria, 90% de los hogares de Loma Plata tenían déficit, en Puerto Pinasco el 42,6% tenía dificultades de acceso a educación, mientras que en Fernando de la Mora esta proporción fue de 4,5%.
Si bien el indicador general de NBI disminuyó 59,5 puntos porcentuales (p.p.) desde el año 1982, cuando el 87,8% de las familias tenía déficit en al menos un indicador, y cayó 14,7 p.p. en comparación con el 2012, los resultados muestran que el país aún tiene desafíos que superar para mejorar la calidad de vida de las personas que residen en su territorio.