Durante el periodo 2003-2013, América Latina y el Caribe (ALC) redujo su tasa de pobreza en 17,4 puntos porcentuales, impulsada por el fuerte crecimiento económico. Sin embargo, tras la desaceleración del PIB el avance fue más moderado: apenas 7,4 puntos entre 2013 y 2024. A diferencia de ALC, Asia oriental y el Pacífico, liderados por China, mantuvieron un crecimiento más sostenido y lograron avances más significativos en pobreza.
En ALC, la reducción reciente de la pobreza se debió principalmente a mejoras de los ingresos reales y a las transferencias públicas. Sin embargo, con el repliegue de ayudas estatales tras la pandemia, la calidad del empleo es y será crucial para futuros avances.
Aunque el desempleo ha bajado en países como Brasil, México y Argentina, los ingresos laborales siguen estancados, afectando especialmente a la clase media, mientras que la productividad laboral se ha estancado.
Impulsar la productividad laboral y fomentar empleos formales será esencial para revitalizar el crecimiento de los ingresos y consolidar el progreso social en la región.