La inflación anual en la Zona Euro se mantuvo en 2,2% en abril de 2025, según una estimación preliminar de Eurostat, explicada en parte importante por el incremento de 3,9% de los precios de los servicios y de 3% de los alimentos.
Sin embargo, la inflación subyacente —que excluye energía y alimentos— subió desde 2,4% registrado en marzo hasta 2,7% en abril, superando las expectativas del mercado que la ubicaban en 2,5%.
Esta situación refleja presiones internas más fuertes de lo previsto, aunque no se espera que disuada al Banco Central Europeo (BCE) de realizar un nuevo recorte de tasas en su reunión del 5 de junio.
Los inversores financieros siguen viendo una probabilidad de 85% de una reducción del tipo de interés, que sería la octava en 13 meses.
Analistas consideran que las tensiones derivadas de la guerra comercial global, que han contribuido al fortalecimiento del euro, y la caída de los precios de la energía (-3,5%) estarían reduciendo las presiones sobre los precios en el bloque.