La industria brasileña comenzó el año con una caída de 2,4% con relación al mes de diciembre, según revelaron las cifras del Instituto Brasileño de Geografía y Economía (IBGE).
Los problemas en las cadenas de suministro mundiales han afectado negativamente a la industria del vecino país. La creciente inflación y las altas tasas de interés empeoran la situación al reducir el poder adquisitivo.
Adicionalmente a este resultado, la guerra entre Rusia y Ucrania aumenta la probabilidad de que los costos de los insumos así como del endeudamiento sigan aumentando, lo que afecta las perspectivas para 2022.
Así, en cuanto a las previsiones económicas, las expectativas del mercado relevadas por el Banco Central de Brasil indican que este crecería sólo 0,42% este año.
El menor dinamismo de la economía brasileña, afectará negativamente a la actividad comercial con el vecino país, tanto en las exportaciones como en el comercio fronterizo.


