Las protestas sociales producidas en Chile en las últimas semanas abrieron el debate sobre la desigualdad social existente en América Latina (AL), siendo este el continente más desigualdad del mundo a pesar de los avances que se dieron en los últimos años, donde se redujo la pobreza y desigualdad de ingreso, sin embargo, el progreso aún es incipiente.
Para medir las diferencias en el reparto de la riqueza generalmente se utiliza el índice de Gini, el cual mide la desigualdad en base a dos variables absolutas. Así, un índice de Gini de 0 representa una equidad perfecta, mientras que un índice de 100 representa una inequidad perfecta.
Tomando como referencia este índice, ningún país de AL se encuentra entre los primeros 80 puestos, solamente Uruguay se encuentra entre los 100 países menos desiguales del mundo.
Según referentes de la Cepal, esto se debe a diversos factores, como una clase política que no logra entender que el modelo de crecimiento implementado en AL es insostenible, un modelo que cuenta con problemas estructurales de productividad, evasión fiscal, abusos de poder y corrupción.
La desigualdad no solo afecta al ámbito social, sino también al productivo, cuanto mayor equidad exista, mejor será el funcionamiento del sistema económico a largo plazo. Es por ello que, para salir de esta situación se deben realizar reformas estructurales que potencien al trabajo, priorizando la educación de calidad para todos, al interés público sobre el privado y eliminando los privilegios en las distintas esferas de poder, que son insostenibles.
Desigualdad en países de América Latina y el Caribe – Índice de Gini (de mayor a menor) |
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Brasil |
53,3 |
Colombia |
49,7 |
Honduras |
50,5 |
Panamá |
49,5 |
Paraguay |
48,8 |
Costa Rica |
48,3 |
Guatemala |
48,3 |
Chile |
46,6 |
Fuente: Banco Mundial