El informe bianual de Tendencias Recientes en Pobreza y Desigualdad, presentado por el Banco Mundial, muestra a América Latina y el Caribe (ALC) como una de las regiones más desiguales del mundo, a pesar de haber reducido la incidencia de la pobreza del 50% al 30% durante los primeros 15 años del actual milenio.
Según estimaciones del organismo, la pobreza en esta región solo se ha reducido en un punto porcentual entre 2022 y 2023. Esta estimación indica que, si no se adoptan medidas, la pobreza solo disminuirá débilmente en 2024, manteniéndose así en 25%, con lo que, de cada 4 latinoamericanos,1 estará en pobreza.
Numerosas causas son atribuibles a este fenómeno, como el impacto desigual que ha tenido la pandemia en los países de la región o la inconsistencia en la recuperación de los ingresos laborales, que ha afectado a las economías más vulnerables, como Argentina.
Estos resultados deberían llamar la atención de los formuladores de políticas públicas, puesto que la inacción puede no solo conducir a un estancamiento, sino a un retroceso de los objetivos alcanzados.