Los mercados globales finalizaron el año con cautela, con el índice MSCI de acciones mundiales ganó 16% en el año 2024, liderado por el aumento de 24% en el S&P 500. Sin embargo, la fortaleza de los rendimientos del Tesoro de EE.UU., que alcanzaron 4,64% en diciembre, frenó el impulso hacia finales de año.
El dólar se consolidó como la moneda más fuerte del año, impulsado por rendimientos altos y mercados estadounidenses sólidos, registrando un aumento anual de 6,5%.
Por su parte, el oro se destacó como refugio seguro, subiendo 26%, su mejor desempeño en más de una década.
En Asia, China mostró señales mixtas con una recuperación en servicios y construcción, pero un crecimiento débil en manufactura. Mientras tanto, el KOSPI de Corea del Sur cerró como el peor mercado regional, cayendo 10%.
Con la administración Trump en el horizonte, los inversores anticipan políticas inflacionarias y ajustes económicos significativos en 2025.